miércoles, 23 de marzo de 2011

El tiempo...


No sé en qué momento se asomó a mi puerta… no sé si hizo toc toc o se coló sin llamar. No sé si le dije “pasa, pasa”. No sé siquiera si le había llamado y le había invitado yo misma a venir… ¿quieres un café? No sé si le dije enséñame la patita por debajo de la puerta y se la había cubierto de polvos de talco para engañarme…

El caso es que vino, pasó -tal vez bebimos tequila…- y una vez dentro me propuso un trato ¿siniestro?

“A cambio de tu tiempo, de tus horas de sueño, de que olvides a tu niña que juega, de que no bailes bajo la luna, de que no veas a tus amigxs, de que no escribas esa historia que tienes dentro… recibirás una recompensa”.

Yo no tengo claro cuál es la recompensa -no es que no os la quiera confesar, lo prometo ¡es que no la recuerdo!- y sólo siento que corro mañana, tarde y noche gritando “¡no tengo tiempo, no tengo tiempo!”, sin recordar qué hay al final del camino, por qué era que corría yo tanto…

Y siento que las cosas verdaderamente importantes están en pause mientras yo corro y corro sin parar…

Y decido que esta carrera tiene los días contados…

lunes, 14 de marzo de 2011

Femenino plural

En la semana en la que se celebra el día de la mujer trabajadora (¿?) yo me encuentro de frente con el dolor de género femenino, número singular.

No es la primera vez que este dolor me toca y sé que duele de forma distinta, que atraviesa razas, países, idiomas, miradas, recuerdos… para doler. Para doler con dolor de mujer.
Que te remueve las tripas, te agarra la mano y el sueño y te trae imágenes y dolores que tenías aparcados, en pause.

Al mirarla a ella, al escucharla a ella, me veo a mi desdibujada, veo a mi sobrina, escucho a mis amigas, a aquellas niñas de un México lejano… y el singular se convierte así en plural.

Por pequeños e insignificantes que nos los quieran hacer ver -un beso, un grito, un gesto-  se escriben en femenino plural y MAYÚSCULAS.

Me consuela que ahora sé que, a pesar de la prisa, aún escucho si lloras a mi lado.

domingo, 13 de marzo de 2011

domingos


Los fines de semana son cada vez más cortos
y las semanas cada vez más largas…
¿Qué habremos hecho mal?